La preocupación por la potenciación de la xerojardineria -jardineria con bajo consumo de agua- con especies vegetales autóctonas se basa en su importancia desde el punto de vista ecológico y de la conservación de la naturaleza, entroncando por tanto de forma directa con los fines fundacionales. Dada la situación actual en la que una buena parte del litoral mediterráneo está ocupado por urbanizaciones y residencias con zonas ajardinadas, resulta de vital importancia la adecuación de estos espacios a las condiciones ecológicas de nuestro entorno.
En general, se utiliza para los jardines plantas exóticas, provenientes de países alejados, cuyos requerimientos vitales son totalmente distintos a los que proporciona nuestro clima, con el consecuente exceso en el consumo de agua y otros recursos. La generalización de estos ambientes exóticos, desnaturaliza nuestro paisaje mediterráneo y conlleva el arrinconamiento, cuando no la desaparición, de la flora y fauna autóctonas, provocando importantes desequilibrios ecológicos.
En la mayoría de los casos, la elección de este tipo de jardines exóticos responde a tendencias estéticas que se podrían calificar como modas, una situación generalizada que lleva irremisiblemente a diseñarlos de esta forma, como si fuera su única alternativa. Desde la Fundación Enrique Montoliu se promueven otras opciones de jardinería, basadas en elementos autóctonos mediterráneos.
En este contexto se ha planificado el jardín mediterráneo de l’Albarda, con una superficie aproximada de 50.000 metros cuadrados y creado a partir de flora exclusivamente autóctona, situado en el término municipal de Pedreguer, Alicante. Inicialmente propiedad del presidente fundador D. Enrique Montoliu y hoy día cedido en su mayor parte a la Fundación. El objetivo para el futuro del jardín es pasar a ser propiedad íntegra de la Fundación y que se gestione con un régimen de visitas público. Su calidad natural y paisajística ha sido reconocida con el premio Magíster de Paisajismo 2002, concedido por la Universidad Politécnica de Valencia.
Con una frecuencia creciente se están llevando a cabo visitas de personas relacionadas directa o indirectamente con la jardinería: profesionales jardineros, científicos, paisajistas, representantes de distintas administraciones publicas… Está siendo de gran importancia el efecto demostración de este jardín, hasta el punto que se puede considerar que se han exportado sus criterios ecológicos a muchos otros lugares.
Estas características de uso público y calidad demostrativa, obligan a realizar obras de infraestructura y mantenimiento de un entorno que, por otra parte, se encuentra en fase de ampliación, de construcción y dotación del equipamiento necesario para la reproducción de especies vegetales, que en muchos casos son usadas por primera vez en jardinería (como las que se estan utilizando en una rocalla de reciente construcción), o la adecuación de espacios para la puesta en marcha de actividadespuramente docentes, cursos, prácticas, tesis…
He aquí algunas de las ventajas que proporciona la creación de un jardín mediterráneo, un entorno en pro de la sostenibilidad:
- Consumo reducido de agua: por su adaptación al clima y al suelo, las plantas autóctonas sólo necesitan de riego los dos primeros años tras su plantación. Después pueden sobrevivir únicamente con el agua que proporciona la lluvia, incluso en la época estival.
- Un jardín económico: las plantas se compran una sola vez, pues en este entorno favorable su reproducción es dinámica. El único trabajo que requiere es el referido a ideas estéticas.
- Contribuye a mantener nuestro paisaje: es muy importante la conservación de nuestro entorno. Si introducimos plantas autóctonas colaboramos en el desarrollo de nuestra flora, de lo contrario únicamente la podríamos encontrar en parajes naturales de forma espontánea, espacios estos que cada día están más degradados y tendentes a la desaparición.
- El jardín está bonito todo el año: en cada época del año hay una serie de plantas que están preparadas para florecer, se renuevan constantemente según las estaciones.
- Su mantenimiento es respetuoso con el medio ambiente: no necesita el uso de plaguicidas, insecticidas, herbicidas, fertilizantes…, todos ellos, y con un uso inadecuado, son la causa más importante de contaminación del suelo. Es suficiente disponer de una charca dónde insectos, aves, reptiles y anfibios puedan acceder: éstos serán los encargados de restablecer el equilibrio biológico.